Lo que es bueno para nuestro organismo, es bueno para nuestro planeta

Esa es la conclusión a la que hace poco más de un año llegó la comisión EAT Lancet (un grupo de 37 expertos en medicina, nutrición y medio ambiente), que en Agosto de 2019 ha sido apoyado por la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Qué comemos y cómo lo producimos afecta no solo nuestra salud, sino también al planeta.

La producción mundial de alimentos amenaza la estabilidad climática y la resiliencia del ecosistema. Constituye el mayor impulsor de degradación ambiental y de transgresión de los límites planetarios. El resultado de la suma de ambas es grave. Una transformación radical del sistema alimentario mundial es urgentemente necesario.

La transformación a dietas saludables para el 2050 requerirá cambios sustanciales en la dieta. El consumo mundial de frutas, vegetales, frutos secos y legumbres deberá duplicarse, y el consumo de alimentos como la carne roja y el azúcar deberá reducirse en más del 50%. Una dieta rica en alimentos de origen vegetal y con menos alimentos de origen animal confiere una buena salud y beneficios ambientales.

De acuerdo con la EAT-Lancet Comission, “los alimentos no saludables son la principal causa de enfermedad en todo el mundo y la desnutrición es un problema que persiste en todo el mundo, a la par de que la producción de alimentos es el responsable de un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero y es el principal impulsor de la pérdida de biodiversidad y el agotamiento del agua dulce, causando un estrés incalculable para el planeta”.

En otras palabras, el sistema alimentario, desde la producción hasta el consumo final, debe cambiar hacia un modelo con menos efectos negativos en el medio ambiente y la salud poblacional.

Propuestas de la Comisión:

Para esto, son propuestas cinco estrategias claves:

  1. Adoptar dietas consistentes mayormente en granos enteros, nueces, verduras y frutas, así como grasas insaturadas, y reducir el consumo alimentos de origen animal, granos refinados, alimentos altamente procesados y azúcares añadidos.
  2. Reorientar las prioridades agrícolas para generar alimentos de mayor calidad alimenticia, en lugar de aspirar a aumentar el volumen de algunos cultivos.
  3. Transitar a un sistema de producción más amigable con el planeta.
  4. Llevar a cabo un manejo estricto de la tierra y los océanos, como no usar tierra adicional para la agricultura, salvaguardar la biodiversidad existente, usar el agua responsablemente, emitir cero emisiones de dióxido de carbono y no aumentar más las emisiones de metano (producidas por la ganadería) y óxido nitroso en los niveles actuales.
  5. Reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos a la mitad.

Todo esto queda muy bien explicado en el siguiente video, que aunque está en inglés (subtitulado en Español), resume visualmente este artículo.

 

(para subtítulos en español, pincha en:  Configuración-Subtítulos-Español)

 

¿Estás preocupado por el medio ambiente?, ¿qué podemos hacer nosotros?

Cambier nuestros hábitos a una alimentación saludable, evitar el consumo excesivo de alimentos procesados y empaquetados y ajustar las raciones para no desperdiciar comida. Comiendo como ha demostrado la ciencia que es bueno comer para las personas ayudaremos a conservar no sólo la salud de nuestra familia, sino la del planeta.

Más información en los siguientes enlaces:

EAT Lancet commision

Resumen de conclusiones EAT Lancet castellano

Posición de la ONU sobre alimentación sostenible